Un crimen que conmociona a la comunidad educativa Un estudiante de 14 años, identificado como Noelvy Jeremías Cabrera, fue asesinado a puñaladas la tarde del viernes 29 de noviembre de 2025 al salir del Politécnico Simón Antonio Luciano Castillo, en el sector Parada Siete, Ingenio Abajo (Santiago). El agresor, un menor de 15 años, fue detenido tras el ataque, que ocurrió luego de un partido de baloncesto en la cancha de la escuela. Según testigos, el hecho fue una «emboscada» precedida por amenazas y está relacionado con la presencia de una supuesta pandilla conocida como «Los 18», que operaría en los alrededores del centro educativo.
Denuncias de falta de seguridad y presencia de pandillas Familiares de la víctima, como su prima Nicaury Cabrera, denunciaron que estudiantes han alertado repetidamente sobre la existencia de esta banda, que estaría vinculada a conflictos, amenazas y porte de armas blancas dentro y fuera de la escuela. «Según los mismos adolescentes, ahí opera una banda llamada Los 18. Ese niño decía que lo iba a apuñalar si no se quitaba del medio», relató Nicaury. Otros alumnos han expresado temor por situaciones de bullying, peleas frecuentes y consumo de vape en las afueras del plantel.
El padre exige justicia y mayor seguridad José Ariel Cabrera, padre de Noelvy, exigió una investigación profunda para determinar si grupos juveniles están influyendo en la violencia cerca del centro. «Mi hijo murió desangrado. Nadie lo ayudó. No hay seguridad fuera de la escuela», declaró con dolor, describiendo a su hijo como un joven trabajador, deportista y formado en valores cristianos. Los familiares también denunciaron que el agresor había amenazado previamente a Noelvy, y que otros estudiantes sabían de sus intenciones.
Un llamado urgente a las autoridades Este crimen reaviva el debate sobre la seguridad en las escuelas de República Dominicana, donde casos de violencia entre estudiantes han aumentado en los últimos años. Las autoridades educativas y policiales han sido instadas a:
- Reforzar la seguridad en los alrededores de los centros educativos.
- Investigar a fondo las denuncias sobre la presencia de pandillas y el tráfico de armas blancas.
- Implementar programas de prevención contra el bullying y la violencia juvenil.
- Capacitar a docentes y personal para identificar y manejar conflictos entre estudiantes.
¿Qué se sabe del agresor? El menor de 15 años, cuyo nombre no se revela por ser menor de edad, fue detenido y llevado a las autoridades. Según testimonios de otros estudiantes, había hecho amenazas previas contra Noelvy, llegando a decir que «lo mataría o se quitaría el nombre». Esto sugiere un patrón de violencia premeditada, posiblemente vinculado a dinámicas de pandillas o conflictos personales no resueltos.
Un caso que refleja un problema mayor Este incidente no es un caso aislado. En los últimos meses, se han registrado varios episodios de violencia en escuelas del país, incluyendo agresiones con armas blancas y casos de bullying extremo. La falta de seguridad en los alrededores de los planteles y la presencia de grupos delictivos cerca de los centros educativos son problemas que requieren acción inmediata de las autoridades.
Reacciones y exigencias de la comunidad
- Padres de familia exigen mayor vigilancia policial en las zonas aledañas a las escuelas.
- Estudiantes piden más protección y canales seguros para denunciar amenazas sin miedo a represalias.
- Docentes solicitan capacitación en manejo de conflictos y protocolos claros para actuar en casos de violencia.
¿Cómo prevenir más tragedias como esta?
- Reforzar la seguridad física: Más presencia policial y cámaras en los alrededores de las escuelas.
- Programas de prevención: Talleres sobre resolución pacífica de conflictos y consecuencias del uso de armas.
- Canales de denuncia anónimos: Para que estudiantes puedan reportar amenazas sin temor.
- Trabajo con familias: Involucrar a los padres en la educación en valores y la detección temprana de comportamientos violentos.
- Atención psicológica: Brindar apoyo a estudiantes con tendencias agresivas o víctimas de bullying.
Un llamado a la reflexión social La muerte de Noelvy no solo es una pérdida irreparable para su familia, sino un síntoma de un sistema fallido que no protege a los jóvenes. Es urgente que sociedad, autoridades y escuelas trabajen juntas para erradicar la violencia y crear entornos seguros donde los estudiantes puedan aprender y desarrollarse sin miedo.
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