sábado 19 de abril de 2025 03:03 am
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Por: Rebeca Henriquez
Defensora de Derechos Humanos.

Nuestra República Dominicana no está en su mejor momento. Desde el inicio del año 2025, hemos sido testigos de una serie de tragedias que han marcado profundamente nuestra sociedad. Los titulares de las noticias son cada vez más alarmantes: aumentos en los feminicidios, padres acusados de violación sexual a sus propios hijos e hijas, hijos arrebatandole la vida a sus madres, turistas y niños desaparecidos misteriosamente sin dejar rastro, y la creciente presencia de haitianos en algunos sectores de nuestro país cometiendo hechos inhumanos. Recientemente, la tragedia en Jet Set ha dejado un saldo devastador de vidas perdidas y heridos.

Ante esta realidad desgarradora, es crucial que como pueblo nos unamos más que nunca. En tiempos de crisis, debemos buscar refugio en Dios y encontrar en el perdón y la compasión una salida a nuestro sufrimiento colectivo. Es momento de limpiar nuestros corazones y extender nuestras manos hacia aquellos que más lo necesitan.

No podemos permitir que la desesperanza nos consuma. Nuestra isla ha sido históricamente un lugar de fe y creencias profundas, pero parece que hemos olvidado los mandatos establecidos en la Biblia. Es esencial recordar que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Desde nuestra organización defensora de derechos humanos, hacemos un llamado al pueblo dominicano para unirnos en este momento crítico. La solidaridad y el amor hacia el prójimo son fundamentales para sanar nuestras heridas y reconstruir nuestra comunidad. No perdamos la fe ni la esperanza; juntos podemos superar estos desafíos y forjar un futuro mejor para todos.

Es tiempo de actuar con responsabilidad, empatía y amor. La transformación comienza desde dentro, y solo así podremos enfrentar las adversidades que nos acechan y construir un país donde prevalezca la paz y el respeto por la vida.

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