Santo Domingo, R.D., 11 de abril del 2025 – El Dr. Diego Babado Torres, denunció que en un hecho que ha generado profunda preocupación y alarma en círculos judiciales y ciudadanos, la magistrada Lauris Ramírez, jueza de la Octava Sala del Tribunal de Familia del Distrito Nacional, irrumpió de manera irregular en la residencia familiar Suberví, presuntamente por instrucciones de sus propios hijos, quienes estarían involucrados en un proceso familiar vinculado a la propiedad.
Lo más grave del caso es que la magistrada ya había sido formalmente recusada, es decir, legalmente impedida de seguir interviniendo en el expediente, por lo cual su presencia y accionar en el lugar de los hechos constituyen una flagrante violación al debido proceso, abuso de poder y falta ética de extrema gravedad.
Testigos relatan que la jueza Ramírez, actuando fuera del marco legal, ingresó a la propiedad familiar generando un ambiente de tensión, confrontación y desorden, bajo una aparente orden verbal motivada por intereses personales de sus descendientes. Este comportamiento representa un peligroso precedente y un claro conflicto de interés.
Exhortación al Consejo del Poder Judicial
La sociedad dominicana no puede permanecer indiferente ante una actuación que, además de comprometer la imagen del Poder Judicial, viola principios elementales de imparcialidad y transparencia. Por ello, se hace un llamado urgente al Consejo del Poder Judicial, para que inicie una investigación profunda, objetiva e independiente, con miras a determinar las responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
Permitir que una jueza recusada actúe de forma directa en un caso familiar, influida por intereses particulares y vínculos de sangre, representa un peligro institucional que amenaza la credibilidad del sistema de justicia y el Estado de derecho.
La sociedad exige justicia. Y la justicia exige honorabilidad.
