Isaías 41:10 nos ofrece una promesa reconfortante: Dios está con nosotros y nos sostiene con la diestra de su justicia. Este versículo es un recordatorio de que, en tiempos de miedo y debilidad, no estamos solos. Dios es nuestro fortalecedor y animador constante.
La presencia de Dios no es lejana ni simbólica; es real y cercana. Él nos recuerda que no dependemos de nuestras propias fuerzas, sino de su poder y autoridad. Su fidelidad es inquebrantable, y su mano poderosa nos sostiene en cada lucha y momento de debilidad.
Toma este versículo como un escudo contra la ansiedad y una fuente de fortaleza para seguir adelante. Cuando te sientas solo o sin rumbo, recuerda que Dios está contigo, sosteniéndote siempre.
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