Jesús nos enseña a no angustiarnos por el futuro. Cada día tiene sus propios retos, pero también sus bendiciones. Confiar en Dios nos permite enfrentar cada situación con serenidad y vivir el presente con plenitud.
La preocupación por el futuro nos roba la paz y nos impide disfrutar del hoy. Jesús nos invita a vivir el presente con confianza en Dios, sabiendo que cada día trae sus propios desafíos y bendiciones.
Vivir con fe no significa ignorar el futuro, sino aprender a entregarlo en manos de Dios. La ansiedad por lo que vendrá solo nos desgasta, mientras que la confianza en Dios nos fortalece y nos permite ver con claridad las soluciones a nuestros problemas.
Oración: Señor, dame la fuerza para enfrentar los desafíos de hoy con fe y confianza en Ti. Amén.