Una Promesa Infalible
El Salmo 121:7-8 destaca la fidelidad de Dios como nuestro protector. No importa las circunstancias, Él está siempre presente para cuidarnos.
Más Allá de lo Físico
La protección de Dios no solo resguarda nuestro cuerpo, sino también nuestra mente y alma. Aunque enfrentemos dificultades, nada puede dañarnos verdaderamente si mantenemos nuestra fe en Él.
De Principio a Fin
Desde el amanecer hasta el anochecer, Dios vigila nuestros pasos. Ya sea en decisiones pequeñas o grandes, Él guía nuestras entradas y salidas con amor inagotable.
Confía en Su Plan
Recuerda que Jehová nunca se ausenta. Su cuidado es eterno y perfecto. En tiempos de incertidumbre, aférrate a esta verdad y permite que su paz llene tu corazón.