Por: La Taza – Santo Domingo, RD. 31 de marzo del 2025 – En la lucha por el bienestar de nuestra nación, se vuelve cada vez más difícil identificar a nuestros verdaderos aliados. En muchas ocasiones, aquellos que se presentan como defensores de la patria son, en realidad, los peores enemigos, ocultando sus intenciones tras un disfraz de patriotismo. Este fenómeno es una triste realidad que enfrenta la República Dominicana, una nación que se encuentra plagada de falsos protectores, sedientos de poder, que buscan únicamente su beneficio personal a costa del pueblo.
Uno de los grupos más comprometidos con el bienestar de la nación es el Movimiento Antigua Orden, liderado por el joven dominicano Ányelo Vásquez, un hombre de principios y valores que ha logrado consolidar una imagen de sinceridad y humildad. Sin embargo, en su más reciente y significativa actividad, llevada a cabo el pasado domingo 30 de marzo de 2025, el movimiento enfrentó un boicot inesperado.
La jornada, que tenía como objetivo visibilizar la problemática de la presencia de ciudadanos haitianos ilegales en territorio dominicano, se realizó en uno de los sectores más afectados por este fenómeno: Hoyo de Friusa.
No obstante, un grupo de individuos disfrazados de patriotas logró tomar el control de la marcha, desvirtuando el propósito original y generando un caos innecesario.
Entre estos individuos se encontraba un influyente personaje de las redes sociales, conocido por su afán de obtener «likes» y «views», quien, acompañado de sus títeres asalariados, interfirió en la actividad, logrando un desorden total.
Aunque la marcha no cumplió con su objetivo inicial debido a este sabotaje, se evidenció la grave situación que enfrentan las comunidades dominicanas en Hoyo de Friusa y Mata Mosquito, dos lugares donde la presencia haitiana es tan fuerte que los ciudadanos dominicanos se sienten intimidados y, en muchos casos, no pueden ingresar a sus propios barrios por temor a represalias.
En otros puntos como Verón, Bávaro y Punta Cana, la situación no es tan grave, pero aún persiste un ambiente de inseguridad, en el que los dominicanos se ven amenazados por actos de violencia de parte de los haitianos ilegales.
Lo más alarmante es que, a pesar de los reiterados reclamos de los ciudadanos, las autoridades locales no toman medidas eficaces para revertir esta situación.
A lo largo de este proceso, la ministra de Interior y Policía Faride Raful se ha revelado como una de las principales responsables de este desajuste en la seguridad nacional. Su manejo de la situación ha sido ineficaz y, en muchos casos, incoherente con sus declaraciones. Este tipo de liderazgo, lejos de proteger a la nación, parece ser un obstáculo para la búsqueda de soluciones a este grave problema.
Por otro lado, hay quienes, a pesar de ser figuras públicas que se autodenominan patriotas, prefieren lanzar piedras desde la distancia. Estos personajes nunca se atreven a pisar los terrenos afectados, como Hoyo de Friusa o Mata Mosquito, pero se hacen escuchar, criticando y en supuesta defensa de quienes verdaderamente luchan por el bienestar del país. Al justificar su ausencia en la marcha por no querer «politizar» el tema, estos individuos demuestran, una vez más, su falta de compromiso con la realidad del pueblo dominicano.
Para que el Movimiento Antigua Orden continúe siendo un ejemplo de integridad y de lucha por los valores patrios, es fundamental que su líder, Ányelo Vásquez, y su equipo directivo rechacen todo tipo de apoyo de figuras cuestionables o personas oportunistas que busquen sacar provecho de la causa. El ejemplo que han dado hasta ahora es brillante y ha logrado inspirar a la juventud dominicana, por lo que debe mantenerse intacto, libre de contaminaciones externas.
Es hora de que los verdaderos patriotas se unan, sin importar los intereses personales o políticos, y trabajen por el bien de nuestra nación. Solo con unidad, valentía y coherencia podremos enfrentar los desafíos que nos amenazan.
La integridad de líderes como Ányelo Vásquez es fundamental para lograr un futuro mejor para todos los dominicanos, y debe ser protegida de aquellos que buscan empañar su imagen con intereses egoístas.
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