25 de febrero de 2025, Santo Domingo, RD – En ocasiones, las funciones públicas se asocian a la imagen del funcionario, sobre todo cuando este busca una exposición continua ante las cámaras de televisión y el lente del fotoperiodismo. Este parece ser el caso de la recién designada Procuradora General de la República, Yenni Berenice Reynoso. Sin embargo, lo preocupante no es únicamente su preferencia por las pantallas, sino su enfoque personal, que ha mostrado actitudes intransigentes frente a las diferencias matrimoniales. Su postura, en ocasiones, parece contribuir a la división de relaciones que podrían resolverse con diálogo y entendimiento, más que con confrontación.
Es importante destacar que esta crítica no busca minimizar la gravedad de la violencia contra la mujer, sino que refuerza la necesidad de una visión más amplia e inclusiva en la lucha contra la violencia de género. El combate debe abarcar no solo la violencia hacia las mujeres, sino también hacia los hombres, niños, adolescentes y adultos mayores. La violencia, en cualquiera de sus formas, debe ser rechazada sin importar el género o la edad de la víctima.
En ese sentido, el mensaje que se ha transmitido hasta ahora, en gran parte debido a la postura de Yenni Berenice, parece estar sesgado, con un enfoque exclusivo en la mujer. Este tipo de mensajes pueden generar confusión y desinformación. Es necesario que el discurso público se enfoque en la equidad y el respeto hacia todos los miembros de la sociedad, independientemente de su género.
Yenni Berenice, quien ocupa un cargo tan relevante, tiene la responsabilidad de garantizar que sus acciones y declaraciones se basen en principios de transparencia y objetividad.
En el ámbito de la persecución de la corrupción, es fundamental que se adopte un enfoque imparcial y coherente, que abarque todos los sectores políticos sin distinción. Sin embargo, la percepción actual es que la gestión de la Procuraduría se ha visto marcada por una parcialización evidente, enfocándose principalmente en actores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y algunos miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Mientras tanto, los cuestionados miembros del Partido Fuerza del Pueblo (FuPU) parecen gozar de una inmunidad que no se explica claramente, lo que genera dudas sobre la imparcialidad del proceso.
Es relevante recordar que, en el año 201___, cuando Yenni Berenice estaba al frente de la Fiscalía del Distrito Nacional, el Dr. Guillermo Moreno presentó una denuncia contra el expresidente Leonel Fernández. La denuncia estaba respaldada por pruebas contundentes, incluyendo copias de cheques recibidos por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), provenientes de contratos con ingenieros que trabajaron en obras del Estado. A pesar de la evidencia presentada, la Procuraduría, bajo su dirección, no tomó acciones al respecto, lo que ha generado cuestionamientos sobre su imparcialidad y su lealtad política.
Por estos y otros acontecimientos, muchos en el país han comenzado a asociar a Yenni Berenice con una figura cercana a Leonel Fernández, lo que pone en duda su independencia al frente de la Procuraduría. En un cargo tan importante, la independencia y la objetividad son esenciales para ganarse la confianza del pueblo.
La designación de Yenni Berenice como Procuradora General debe ser evaluada con base en sus acciones y su capacidad para promover una justicia imparcial y equitativa para todos los ciudadanos, sin distinción de color político o ideología. Mientras tanto, los ciudadanos siguen esperando respuestas claras y justas ante la creciente preocupación por la transparencia y la corrupción en el país.