Tensión en el Congo: El M23 toma Goma y amenaza con avanzar hacia Kinshasa
El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyado por Ruanda, ha tomado el control total de Goma, la ciudad más importante de la zona minera de la República Democrática del Congo (RDC), en un nuevo episodio de la prolongada crisis que afecta al país africano. La situación ha generado alarma tanto a nivel nacional como internacional, ya que la ofensiva del grupo ha desatado una nueva ola de violencia y desplazamientos masivos en la región.
El avance del M23 y sus planes de expansión
Desde hace meses, el conflicto entre el Ejército congoleño y el M23 ha escalado peligrosamente, pero la toma de Goma marca un punto de inflexión en la disputa. Corneille Nangaa, líder de la Alianza Río Congo y una de las figuras clave detrás del M23, declaró en una rueda de prensa en Goma que su grupo está decidido a continuar su avance hacia Kinshasa, la capital del país.
“Estamos aquí, en Goma, para quedarnos, como congoleños, y para proteger a la población. Continuaremos la marcha de liberación hacia Kinshasa”, afirmó Nangaa con tono desafiante, enviando una clara advertencia al gobierno de Félix Tshisekedi.
El líder rebelde también prometió restablecer los servicios básicos en la ciudad, incluyendo la electricidad y el acceso al agua potable, los cuales, según él, fueron cortados deliberadamente por las autoridades en un intento de socavar el control del M23. Además, anunció que en un plazo de 48 horas comenzarían las labores de saneamiento de la ciudad y la reapertura de las principales rutas de acceso, con el objetivo de permitir el abastecimiento de bienes esenciales a la población.
Acusaciones contra el Gobierno de Tshisekedi
Nangaa acusó al gobierno de Kinshasa de ser el principal responsable de la crisis actual, alegando que la administración de Tshisekedi ha fracasado en garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos. “Debemos oponernos al mal gobierno, a las violaciones de los Derechos Humanos y a toda forma de colonización”, declaró.
El líder del M23 también denunció que las autoridades han utilizado tácticas de represión contra la población, incluyendo restricciones en el acceso a Internet y otros medios de comunicación. Según sus declaraciones, estas acciones reflejan el desprecio del gobierno central por los habitantes del este del país, que durante años han sufrido los estragos de la guerra y la inestabilidad.
Las sanciones contra Nangaa y la confiscación de sus bienes
El Ministerio de Justicia de la República Democrática del Congo ha respondido con firmeza ante el avance del M23, anunciando la confiscación de los bienes de Corneille Nangaa y su reasignación a diferentes dependencias gubernamentales.
Un comunicado emitido por el ministerio señala que “los bienes confiscados en el caso Nangaa y asociados están, a partir de este jueves (30 de enero de 2025), asignados a ciertos servicios del Ministerio de Justicia, Justicia Civil y Justicia Militar”. La decisión busca debilitar la influencia del líder rebelde y sus aliados, quienes han sido acusados de fomentar la insurgencia en el país.
Nangaa, quien anteriormente presidió la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) entre 2015 y 2021, ha sido objeto de múltiples sanciones internacionales, incluidas medidas impuestas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que lo acusa de haber socavado los procesos electorales en RDC.
En 2024, un tribunal militar congoleño condenó en rebeldía a 25 personas, incluido Nangaa, a la pena de muerte por crímenes de guerra, participación en una insurrección armada y traición al haber establecido una alianza con el M23. La mayoría de los acusados no comparecieron ante la justicia, ya que se encontraban prófugos en el momento del juicio.
Denuncias de saqueos y secuestros en Goma
En medio de la creciente inestabilidad en la región, la Comisión Electoral Nacional Independiente denunció que miembros del M23 y soldados del Ejército de Ruanda saquearon las oficinas gubernamentales en Goma durante los días martes y miércoles.
Según la CENI, los atacantes robaron vehículos, motocicletas y material electoral, llevándose los bienes saqueados a territorio ruandés. Además, la comisión informó que varios de sus funcionarios fueron tomados como rehenes.
“Condenamos enérgicamente estos actos y exigimos la liberación inmediata de nuestros empleados. Instamos a las autoridades nacionales e internacionales a tomar medidas para recuperar los bienes robados y garantizar la seguridad del personal electoral”, expresó la CENI en un comunicado.
Diálogo entre Ruanda y Angola sobre la crisis en RDC
Mientras la situación en el este de la RDC sigue deteriorándose, los esfuerzos diplomáticos para frenar la escalada del conflicto continúan. Este jueves, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, sostuvo una conversación con su homólogo angoleño, João Lourenço, quien ha actuado como mediador en el conflicto.
“Hemos discutido la necesidad de encontrar una solución sostenible y a largo plazo para la crisis en la RDC. Ruanda reafirma su compromiso de trabajar con otros países africanos en la búsqueda de una paz duradera”, declaró Kagame a través de la red social X.
Por su parte, la presidencia de Angola confirmó que Lourenço también se reunió con Félix Tshisekedi en Luanda, donde insistió en la importancia de respetar los acuerdos alcanzados en el marco del Proceso de Luanda, que incluye un alto el fuego y la desmovilización de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
“Solo la buena voluntad y el compromiso de ambas partes permitirán avanzar hacia la paz. La mediación seguirá trabajando para reducir las tensiones y garantizar que las poblaciones afectadas puedan recuperar la normalidad en sus vidas”, indicó la Presidencia angoleña.
Contexto del conflicto y su impacto humanitario
El M23, compuesto mayoritariamente por tutsis congoleños, surgió en 2012 tras un descontento con el gobierno central por el incumplimiento de acuerdos previos. Aunque fue desarticulado en 2013, el grupo resurgió en 2022 con una nueva ofensiva, lo que ha generado un grave deterioro de la seguridad en el este del país.
Las relaciones entre la RDC y Ruanda se han visto tensadas por este conflicto, ya que Kinshasa acusa a Kigali de apoyar activamente al M23, mientras que Ruanda señala que el gobierno congoleño respalda a milicias hutu como las FDLR, consideradas responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.
El recrudecimiento de la violencia ha provocado el desplazamiento de miles de civiles, que han huido de sus hogares en busca de seguridad. La comunidad internacional ha manifestado su preocupación por la crisis humanitaria en la región, donde la falta de acceso a alimentos, agua potable y atención médica ha puesto en riesgo la vida de innumerables personas.
Mientras el M23 consolida su control sobre Goma y mantiene su amenaza de avanzar hacia Kinshasa, la República Democrática del Congo se enfrenta a uno de los momentos más críticos de su historia reciente, con el riesgo de un conflicto de mayor escala que podría desestabilizar aún más a la región de los Grandes Lagos.
