El ministro de Turismo de República Dominicana, David Collado, confirmó este lunes que el país cerrará 2025 con la llegada de 500,000 turistas argentinos, una cifra histórica que no solo consolida al destino como el favorito de los sudamericanos, sino que también está redefiniendo la economía nacional. Este récord no es un simple número: representa un impulso sin precedentes para sectores clave como la hotelería, la gastronomía, el transporte y el comercio local, generando miles de empleos directos e indirectos en todo el país.
El éxito de este año no es casualidad. Detrás de él hay una estrategia integral que incluye acuerdos con aerolíneas para aumentar la conectividad aérea, campañas de promoción agresivas en Argentina, y la diversificación de la oferta turística. República Dominicana ya no es solo sinónimo de playas paradisíacas; hoy ofrece experiencias culturales, gastronómicas y de entretenimiento que atraen a un público cada vez más diverso. Desde los resorts todo incluido en Punta Cana hasta los encantadores pueblos coloniales de Santo Domingo y las aventuras ecológicas en Samaná, el país ha logrado posicionarse como un destino versátil y de alta calidad.
Collado destacó que este logro es el resultado de un trabajo colaborativo entre el gobierno, el sector privado y las comunidades locales. «El turismo dominicano está en su mejor momento, y esto se debe a que hemos sabido escuchar al mercado, innovar y adaptarnos a las nuevas demandas de los viajeros», afirmó. La llegada masiva de argentinos no solo ha dinamizado la economía, sino que también ha fortalecido los lazos culturales entre ambos países, creando un intercambio que va más allá del turismo.
El impacto económico de este récord es evidente. Según estimaciones del Ministerio de Turismo, cada turista argentino gasta en promedio $1,200 durante su estadía, lo que significa una inyección de $600 millones de dólares solo por este segmento. Este dinero no solo beneficia a los grandes hoteles y resorts, sino que también llega a pequeños negocios, desde restaurantes locales hasta artesanos y guías turísticos. Además, la demanda de vuelos ha llevado a las aerolíneas a aumentar sus frecuencias, mejorando la conectividad y reduciendo los costos para los viajeros.
Pero el impacto va más allá de lo económico. La llegada de turistas argentinos ha generado un intercambio cultural que enriquece a ambas naciones. Los dominicanos han adoptado costumbres argentinas, como el consumo de mate y el asado, mientras que los argentinos se han enamorado de la música merengue, la gastronomía criolla y la calidez de la gente local. Este fenómeno ha creado una sinergia única que trasciende el turismo y se convierte en una relación de largo plazo.
Collado también resaltó que este récord es solo el comienzo. Con proyectos en desarrollo como la expansión del aeropuerto de Samaná, la creación de nuevos polos turísticos en el sur del país y la promoción de turismo sostenible, República Dominicana se prepara para seguir creciendo. «No nos conformamos con lo logrado. Seguiremos innovando para que República Dominicana siga siendo el destino preferido no solo de los argentinos, sino de turistas de todo el mundo», concluyó el ministro.
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