El sector espacial comercial chino sufrió un importante revés este miércoles cuando el cohete Zhuque-3, desarrollado por la empresa LandSpace, explotó durante su primer intento de aterrizaje tras un lanzamiento exitoso. Aunque el vehículo logró alcanzar la órbita como estaba previsto, su primera etapa —la parte clave para la reutilización— no pudo regresar a la plataforma de aterrizaje, estrellándose en las cercanías del sitio designado en el desierto de Mongolia Interior. Este fracaso, aunque esperado en las primeras pruebas, frena temporalmente los planes de China para competir con empresas como SpaceX en el mercado de los cohetes reutilizables.
El lanzamiento y el fallido aterrizaje El Zhuque-3 despegó desde un sitio remoto en el noroeste de China y cumplió su objetivo principal: colocar una carga útil en órbita. Sin embargo, durante la fase de regreso, una anomalía en la ignición del motor de la primera etapa impidió un aterrizaje controlado. Según el comunicado de LandSpace, «se produjo una anomalía tras la ignición del motor de la primera etapa durante el regreso, lo que impidió un aterrizaje suave en la plataforma de recuperación designada. Los restos aterrizaron al borde del área de recuperación, lo que provocó el fracaso de la prueba de recuperación».
Un paso atrás en la competencia con SpaceX Este intento de LandSpace era histórico para el sector espacial chino, ya que buscaba emular el éxito de SpaceX con sus cohetes Falcon 9, que desde 2015 han demostrado la viabilidad de la reutilización de propulsores. Sin embargo, el fracaso del Zhuque-3 demuestra que China aún tiene un largo camino por recorrer antes de alcanzar el nivel de confiabilidad y precisión de su competidor estadounidense.
El contexto de la carrera espacial comercial El gobierno chino ha impulsado el desarrollo de un sector espacial comercial robusto, con el objetivo de convertir al país en una «nación aeroespacial fuerte». Empresas como LandSpace, Space Pioneer y iSpace compiten por desarrollar tecnología de cohetes reutilizables, pero hasta ahora ninguna ha logrado un aterrizaje exitoso en pruebas orbitales.
Comparación con SpaceX y Blue Origin
- SpaceX tardó varios intentos fallidos antes de lograr el primer aterrizaje exitoso de un Falcon 9 en 2015.
- Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, también enfrentó fracasos iniciales antes de conseguir un aterrizaje controlado de su cohete New Glenn en noviembre de 2025.
- LandSpace ahora se enfrenta al mismo proceso de prueba y error, aunque los expertos consideran que su intento del miércoles fue «impresionante» y estuvo cerca del éxito.
¿Qué sigue para LandSpace? La empresa ha anunciado que realizará una «revisión exhaustiva» para identificar las causas del fallo y corregirlas en futuras misiones. Aunque el revés es un golpe temporal, los analistas coinciden en que el sector espacial chino está en una fase de rápido crecimiento y que este tipo de contratiempos son parte del proceso de innovación.
El futuro de la reutilización en China El desarrollo de cohetes reutilizables es clave para reducir costos y aumentar la frecuencia de lanzamientos, algo esencial para competir en el mercado global de satélites y futuras misiones tripuladas. Aunque el Zhuque-3 no logró su objetivo completo, el hecho de que alcanzara la órbita demuestra que China está cerca de dominar esta tecnología.
Conclusión: Un fracaso que no frena el avance Aunque el Zhuque-3 no logró aterrizar, el intento de LandSpace marca un hito importante en la carrera espacial china. Con empresas como Space Pioneer y iSpace también desarrollando cohetes reutilizables, es cuestión de tiempo antes de que China logre igualar —y posiblemente superar— las capacidades de SpaceX. Mientras tanto, el sector espacial comercial chino sigue creciendo a pasos agigantados, con el respaldo del gobierno y una visión clara: convertir a China en una potencia aeroespacial global.
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